No hay rincón de la naturaleza más rico e intenso que las selvas
brasileñas, hoy viajamos hasta una zona natural, húmeda, cálida y boscosa cerca
de Sao Paulo para descubrir una casa que es en realidad un bellísimo refugio
integrado de forma perfecta en este entorno natural. Se trata de una vivienda
que mira al mar desde el bosque y se integra en él en sus formas y volúmenes y
también por la naturaleza de los materiales utilizados en su construcción; los
espacios de la casa se distribuyen en tres alturas, la más espectacular es sin
duda la que corresponde a su tejado a doble altura con piscina y solarium; en
la planta inmediatamente inferior se ubican las habitaciones dejando para la
planta baja la zona de salón y cocina además de un coqueto patio infantil (ABC)












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