Tras 5 años de obras y una inversión de 180 millones de dólares, este domingo a medio día, hora local, tuvo lugar la colocación del último de los 4.450 paneles reflectantes que forman el mayor radiotelescopio del mundo, situado en la provincia de Guizhou, en China. Con esto terminaba la construcción de esta gigantesca obra técnica y científica, un enorme plato, del tamaño de 30 campos de fútbol, que empezará a funcionar en septiembre y con el que se espera que el país asiático haga importantes aportaciones a la exploración del espacio y la búsqueda de vida extraterrestre (El Confidencial)
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